viernes

Inteligentudas se encontraron
Una se sabe inteligente y se teme inteligentuda, por eso trata de evitarse en esos recodos del temor disfrazado de relajadísmo cuasi interesante. 
Claro, las que sólo se creen inteligentes pero no lo son, no le temen a su inteligentudez generalmente son calmas y pocas veces se ponen en juego. 
Son desagradables. 
Las inteligentudas son rabiosas y todo el tiempo están en juego, se les salta la mecha y empiezan a tropezarse con sus propias palabras, esos conceptos a los que se aferran porque sin ellos, se muestran permeables.
Me gusta ser permeable, aprender, abismarme.
Me gusta mostrarme así, pero en ocasiones una cucaracha caminando por mi codo me recuerda que no soy solo una, ni la otra, ni mucho menos que ninguna, ni mucho más que alguna.
Soy de barro, animal.
La lógica se me diluye entre las manos cuando alguna voz aplica sobre mis palabras esa dosis de dulzura que tanto me cuesta recibir.
Es ahí donde me enmascaro, dónde la licenciadita inteligentuda me esconde, me tapa, me aísla y me deja sola en una calle,
masticándome.

jueves

Existe la belleza
Y tu sonrisa
Hay gente interesante
Y existe tu misterio
Existe la alegría
Y tu música
Hay miradas
Y tu mirarme
Hay momentos incorrectos
Y mis embates cuando apareces
Existen los nervios
Y mi endiablada calma al abrazarte en un tango
Existen las canciones
Y la borrascosa tormenta
Exisitís sin mi y yo sin vos
Pero sabemos de la existencia del otro
Por las dudas
Por las certezas
Por los candombes
y las rarezas


viernes

...después de pasearte por mis ojos, viniste a tomar mi mano 
sin que medien las palabras, sobraban
como así las personas, las historias y los miedos
Así de simple, tomaste mi mano
caminamos 4 pasos entre la gente y luego nos perdimos 
la música nos encandiló y ya no fuimos sólo mano con mano, 
éramos cuerpo, miradas y palabras
malditas palabras que no hacen más que alejarme
maldito cuerpo que no deja de enchastrarse
tremendas miradas que se marchitan al intentar
que me convierta en voyeurista de vos
pero no, no soy tu espectadora
no quiero tampoco ser tu espectáculo
soy solo una andariega, que un día
tomaste de la mano...
Debería haber capturado el momento,
Mis pupilas no son fieles y tergiversan tus facciones
Debería detenerte en esos momentos
¿Qué me importa?
Sólo decirte:
¡Quedate ahí que mis infames ojos no podrán recordarte si no!
Pero…de qué me sirve una foto si no tiene tus silencios, tus pausas.
De qué me sirve si sólo tu agrietada voz expulsa de tus memorias esos detalles que recordas sin sentido sobre mí, sobre mi desbocada tormenta de palabras.
Ay…si tan sólo existieras como existen esos momentos!
Seguramente ya no serías tan musa, tan extraño
Tan “yo” a la distancia
Debería haber capturado el momento….

Evidentemente, por suerte, no lo hice
Pocas cosas son más insomnes que una duda
Tal vez la bronca, ni sé si la ansiedad acaso.
Seguro no lo es la angustia que diezma ojos y respiros.
No, claramente la angustia no.
La duda, es la nociva duda la que me mantiene despierta

La duda, maldita piedra hecha polvo que se aspira en casa respiro alejando al sueño, maltratándolo
Con sorna me mira y pregunta,
No tengo respuestas, la cama no ayuda y la puta duda me mantiene despierta


domingo

Si fuéramos sólo un segundo, efímero, vertiginoso, voraz 
elegiría presenciar ese momento cuando comienza tu sonrisa
si tan sólo fuéramos versos, preferiría morir en un punto final hecho de tinta con lapicera de pluma
si en en vez de ello, fuéramos mirada, sin dudarlo quisiera verte surgir entre la multitud con nitidez
si lo que somos es simplemente lucha, quisiera ser tu grito 
si somos sólo cuando aparece la calma, prefiero que no me elijas porque no me reconocerás en más de la mitad de los momentos
en cambio, si somos imaginación quiero ser aquella que plantea Marx, la que es acto radical.
si somos realidad, quisiera que me beses con fantasías, sin fantasmas.
si somos agua, quisiera ser la del mar y llenarte de emociones cuando te detengas entre paréntesis a contemplarme
En la escuela de los árboles morados, una puerta abierta se movía. 
Saltos y abrazos entre miradas que se escondían. 
Maestras de las buenas y aquellas que no creerías
Prendidas de sus celulares están las que no respetarías. 

Los niños que no quieren, quedan solos en su osadía
Qué será de sus quejas cuando su ausencia las bendiga. 
Tristes callos en sus dedos, crecerán por cobardía
Qué docente es aquella que no mira sino discrimina

Mirarlos en sus destellos, niños ricos de picardía
Mirarlos en sus reclamos, niño pobres de compañía.
Acompañarlos es difícil, mas mis ganas que lo ansían
Vienen a interpelarme en sus deseos de cofradía.

Quien soy yo para abrazarlos, en un presente de pocos días
Quien soy yo para ayudarlos, si mi ayuda no alcanzaría
Hay días en que se alejan, gritando y reprochando,
Tal vez ésta pueda ser su plegaria si es que puedo interpretarlos:

“No me miren en mis violencias, mírenme en mis reclamos!
Soy un niño vulnerado, precoz mi vida me ha enseñado
Que si no peleo con los puños nadie nunca me ha mirado
Precoz mi vida me ha enseñado que si no puedo, no me han respetado
Tal vez mis sueños no los vea porque reconocerlos ya me hace daño
Tal vez mi vida sea buena y me acomode con los años
Pero temo, ya lo saben
Aunque nunca he de admitirlo
Temo por mí, por mis hermanos y por mi suelo embarrado
Temo por mis ojos que no entienden el descaro
de esas maestras que me niegan
el lugar de educando.
Ya aprendí lo que se espera que de mí haga entre tanto
Muecas, burlas y patadas he tendido a mi amparo
Ya lo se, nadie espera
que de mi salga un abrazo.”