De lunes a
viernes mira al cielo esperando ver pasar una paloma, esas que en Buenos Aires
abundan por doquier.
Escondiéndose
porque en verdad quiere ver a su Paloma.
Busca excusas
para llamarla pero no le hacen falta.
Su Paloma
activa sola, ella hace todo sola. Construye y destruye historias a su velocidad,
vuela rápido. Más que otras.
Es aquello
que él ideó alguna vez como perfecto pero llegar a ver el sueño cumplido le da
terror a los que carecen de coraje.
Al llegar
el sábado él tiene que encontrarse con la coartada escapatoria que lo salva de
ver su vida como la planeó, el sábado salvador donde expía sus culpas y se
envuelve en una relación inocua.
Con otra.
El trabajo
de sábados, domingos y feriados es manso. No es la montaña rusa por dónde
transita la semana.
Paloma tiene
un ala rota y cree que no merece algo mejor que su principejo perverso.
El dolor
del ala la ha dañado tanto que volvió perversa cualquier idea de pareja.
¿Cómo va a
tener pareja si sus alas no lo son?
Es lindo verla
volar aunque a veces hasta me da miedo.
Tan sola,
Paloma. Tan lejos.
Por lo
general uno ve a un pajarito de estos y piensa que es igual a los otros.
Sin embargo,
no sé cómo se las ingeniaron ratas de ciudad aladas para ser el ícono de la
libertad. Debe ser por algo.
Viendo hoy
a Paloma generar estrategias imparables para conseguir su propósito pienso que
conquistó ese nombre. Ella es libre hasta del suelo, de la historia, del
género.
Hoy no es
domingo, no es feriado, no es sábado.
Pero él no
la atiende.
¿Habrá mirado
el cielo?
Él tiene un
trabajo de sábados, domingo y feriados.
Así la
llama a la Otra. Trabajo.
Desde mi
mirada feminista es inaceptable una persona que llame a otra “trabajo” pero a
Paloma le importan tres zanahorias mis miradas.
Ella confía
en que la dejará.
Principejo tiene
la dosis justa de maldad que imanta todo el espectro a su alrededor.
Algunas al
darse cuenta de ello saldrían corriendo, pero la valiente paloma desata vientos
de conquista, es una guerra contra ella misma.
Empieza el
fin de semana, Paloma sabe lo que significa eso. Su amor constante se verá
atrapado por la realidad que descaradamente le tiró en la cara. No miente, es
abiertamente león (diría en otro escrito) y eso también detiene a Paloma a su
lado perdiendo el tiempo, pero lo elige.
¿Por miedo?
No lo sé,
sostengo el interrogante.
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