Quién dijo
que se puede vivir sin errores
Si pensara
en mis días previos podría encontrar las respuestas, justificaciones inocuas
para evitar el desborde
El viento
refresca el respiro pero no alcanza
La caja se
vuelve enceguecedora y sólo me aborda el desapego
Extraño la
tranquilidad mentirosa de un pueblo estancado
Conservando
formas que transmutan los deseos
Por qué
elijo esta sensación
Por qué no
puedo evitarla
Con cuántas
fuerzas intento tapar su presencia
No puedo
El cuerpo
se hace estampa y ya no logro calmarlo
Tiro un
grito frente al espejo rompiéndolo en mil partes
Astillas
que desdibujan la figura, esa que no perturba tanto como su pesado caminar por
las calles de la insolencia
Los tiempos
se vuelven densos
Neblina
pesada
Corro la
cortina de bruma pero no logro pasar entre las partículas de humedad que la
forman
Entre
espesores transito la historia de mis dedos
Surco las
penas y me revuelvo
Necesito la
culpa
La mentira
que me salva
Necesito el
ardor que me detiene en el pasado
Temo no
poder salir de él
Busco
excusas para alejarme del ahora
Conecto con
la oscuridad que subsume mi presente y lo encierra
Enjaulado
se siente a salvo
Cual miedo
enmudecido que boga por asomar sus alas
Vuelvo,
vuelo
Me escapo
Escondo
Clausuro
los ojos conformándome con mediocridades
Compro un
pasaje al esperable y me siento a sentir como mis luchas se desvanecen.
Ya me
convencieron de su inconmensurabilidad
Ya me
despojaron de las banderas
Ya soy
responsable de callar
Negocio y
me ensucio
Acepto
Resigno
Salto la
cuerda y caigo desparramada
Las
astillas del reflejo son espejo de esos días en que el pueblo me diezmaba
Quiero un
sol que me entristezca
Una luz que
me apabulle
Quiero una
cama que me duerma
Y cunas que
pregunten
Las partes
de mi ser se van uniendo con falsas dosis de cariño
No me
alcanza
El sexo no
me alcanza
Lo material
no me alcanza
La vida no
me alcanza
Corro
demasiado rápido y no llegan a tocarme
Vuelvo,
vuelo
Escapo
Me escondo
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