lunes

El último impulso

Esa tarde
reuniré mis vidas y las haré cuerpo
ya no andarán perdidas ni inconclusas,
dejarán de ser herida que no cicatriza.

Marca penetrante de la insatisfacción perfecta.

El instante cuando confluyan materializadas
se ahogarán en reclamos,
respirarán su soledad compartida que las asfixia
en el cuerpo que ahora las cobija.

Caminaré con las olas golpeando mi pecho
aún firme por no haber sido alimento indispensable.
Pisaré errante la arena
obligándome a dudar por el miedo.

Confiaré en una de mis vidas
me tomará la garganta anudándola,
como para recordarme cuerpo
sometido a la angustia de la vuelta.

Usaré mi último impulso de vida para nadar torpemente hacia el fin sintiéndome libre,
sabiéndome control.
Certeza de anular dolores y contradicciones entre ellas.
Esa tarde,
el cuerpo les dará asilo final
en el mar frío de abril que las calmará
con un arrullo de paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario