miércoles

¿Educación popular o Política compensatoria neoliberal?

Hablar de Educación Popular, lleva inmediatamente a pensar en un recorte de la sociedad. Pensar les destinataries de la educaciòn popular implica una disociación del concepto entre los usos del significante “popular”.
Hagamos un ejercicio. Si decimos pueblo, ¿cuáles son las primeras imágenes que se les vienen a la cabeza. ¿Y si decimos popular?
Bien, no sabemos cuáles son sus imágenes iniciales pero consideramos que la educación popular siempre queda restringida al sector de la sociedad que no consigue cumplimentar con la escolaridad oficial. Y no lo logra por diferentes motivos, algunos de ellos los explicamos en otro derrotero de palabras. (link otro texto)
Ahora. La Educación Popular, como concepto, puede ser considerada una polìtica compensatoria o como fundamento filosófico-metodológico, es decir como praxis de la educación comunitaria.
Pensemos en la primera opción.
Las políticas compensatorias, son instrumento predilecto de las políticas neoliberales para mantener el derrame de pobreza dentro de estándares de supervivencia, como exponente de los peligros de ser disidente y como escaparate del ejército de reserva de trabajadores para coser bocas y atar manos de trabajadores asalariados precarizados y en constante estado de pauperizaciòn laboral.
Así, se les ofrecen a ciertos sectores de la sociedad diferentes placebos. Casi todos instaurados desde el Estado Nacional como migaja de protección acallante. Muchas veces, asociadas con un clientelismo político de sometimiento de voluntades. Otras veces, simplemente el Estado se corre, deja actuar a las Organizaciones no gubernamentales, agrupaciones sociales, vecinales, etc, las deja hacerse cargo de cuestiones de las que el Estado decide no participar pero sí beneficiarse. Así, mientras muchas personas se arremangan y van a escuelas inventadas en galpones y fábricas a enseñar ad honorem para que adolescentes y adultos consigan su título de secundario, el Estado logra tener más y más trabajadores y ciudadanos, logra que sus tazas de estudiantes suban, logra que esas personas estén estudiando y así mejoren su calidad de vida, logra que la docencia sea ejercida como un voluntariado. Todo, sin poner un peso. Todo, imponiendo sus lógicas, currículas y sobre todo, su habilitación estimante. Se otorgan títulos oficiales. A costo cero para el Estado.
Por otro lado, desde la segunda postura, podemos pensar a la educación popular como una metodologìa de acción y un posicionamiento filosófico acerca de quién es el sujeto de nuestra educación, los fundamentos de emprender una educación específica y general, los objetivos de ella.

La educación popular, entendida desde esta segunda posición, fundamenta el proyecto educativo en una comunidad específica, ya no en una escuela, sino en el espacio que sea necesario para esa comunidad e referencia. SIn dejar por fuera la posibilidad de escolarización pero sí descentrando a la escuela y desnaturalizando la utilización sinónima de educación-escuela.

Juguemos
A que?
A que esta vida existe, a que no estamos lastimadas?
Soñemos con que no hay ataduras
A que la supra, súper, infra y micro no someten
Que no soy sujeto, que estoy libre de mí
Juguemos a que Alejandra no me habita
Y que no te recuerdan a Cortázar la mitad de mis balbuceos
Sorprendentes mis destellos no te cegarán mientras jugamos entre el humo
Riamos
Vayámonos en ríos
Dejemos por un minuto de leer algo más que nuestros cuerpos
Sin panfletos
Juguemos
Y que el tiempo nos resbale por la lengua
Mientras no hay huecos prohibidos
Hagamos un tobogán de miedos
y trepémoslo mirándonos al espejo
Sobemos nuestros cuerpos en él
Mordamos fugazmente el futuro
Juguemos a que no nos extrañaremos
Extrañémonos ahorita
Me pediste que juguemos
Dejá...yo empiezo

Piedra libre! 

martes

Nos hemos cruzado
caminamos juntas
crecimos
nos separamos
pero no dejamos de ver en el "nosotras" el refugio
nos hemos cruzado
caminamos juntas
seguimos caminando
juntando flores
risas
acunando miedos y dandole vuelo a la vida
ya no caminamos juntas
la vida
las elecciones
los errores y los aciertos
las comidas compartidas
las copas chocadas en cada brindis
siempre a los ojos
de eso estoy segura
siempre fue a los ojos
hoy me voy
pero ya me había ido
hace días, meses, años
fui sincera
fui genuina
fui carne, hueso y lágrimas
fui carcajadas y compañera
fueron eso
lo se
lo creo
lo afirmo
somos camino
caminando nos encontraremos
con otros soles, otros espejos, otras comidas
otros brindis
pero sabiendo, estando seguras
que el camino juntas
nos hizo ser
quien somos hoy
lejos y cerca
como siempre
juntas
amigas

viernes

respira, en el medio de este miedo
detente ante la insolencia de los otros

quien sabe como es vivir tu cuerpo?
quien siente como vos cuando se entristece al reconocerse aun vivo?

bajar
los pasos hacia abajo también pesan
cargan la gravedad en el pecho y se montan en la espalda las experiencias ya surcadas
no
al mismo tiempo me detengo
miedo de caer
freno
imagino estar subiendo aunque no me convenzo
es solo reflejo del deber

cuidate
no fumes
no tomes
descansá
no te enrosques
andá al medico

y qué de mi ahí? esa es ahora mi vida?
cuándo lo fue?
volverá? se inventará excusas mi devenir?

Caminaba aplastando las hojas crujientes que se despedían de los árboles. Soplando en cada paso un pensamiento confuso que lo llevaba a triplicar la velocidad del corazón al latir.
Sintió miedo y un tornado dentro de su cuerpo queriendo salir de las prisiones, de la inamovilidad.
El desapego cala hondo y los huesos dejan de ser estructura. 
Desorden interno.
De repente el ser se divorcia del cuerpo controversialmente y ya no pueden compartir el recinto.

miércoles

Nombrándonos como “La Diversidad”, estamos sólo haciéndole el juego a quienes quieren mantenernos en la oscuridad, ahora pintada de colores, pero siempre segregacionista.
El concepto de diversidad sexual, así como el de diversidad funcional, remiten a un posicionamiento ético filosófico sobre cómo pensarnos como humanidad, somos sexualmente diversas(1), somos funcionalmente así, no hay personas más o menos diversas porque de plantearlo de esa manera se está negando la condición de la palabra.
Diversidad en lo sexual implica que no hay un grupo de personas que marquen la norma y otras, en menor cantidad, que van cual espectro diferenciándose en clasificaciones nomencladas.
Ahora bien, ¿por qué si la implementación del término “diversidad sexual” habrá sido pensada de este modo, en el influjo del devenir nos ha nombrado sólo a quienes participamos de formas de afectación sexual que no comulgan con la heterosexualidad? Habrá muchas explicaciones, las que capciosamente consideren que tiene que ver con una capilaridad del poder que sólo incluye para dominar, empodera ficticiamente para anestesiar luchas y por otro lado, desde posturas más alegres podrán plantear que colectivamente personas que por sus elecciones de vivencia sexual han sido perseguidas, asesinadas, vejadas confluyeron en el paraguas de la diversidad para nombrarse desde sí, por lo tanto son La diversidad porque la viven y quien no se sienta diverso queda fuera de sus grupalidades.
Lamentablemente estoy más cerca de la primera postura, si es que tengo que elegir alguna. Por lo general, voy mutando.
No somos minoría.
Es fundante este pensamiento en negativo.
Ser una minoría implica una fantasmática del número, el problema de algunas pocas, la situación de algunas pocas, la forma distinta de un grupo recortable, distinguible y claramente extraño a la mayoría.
Se les puede dar voz, claro. Pero siempre desde su lugar de minoría. Es el cuento de la democracia. No creo en ese cuento, tampoco en que seamos minoría a nivel real (2).
Es probable que nos encontremos en un momento en el cual vayamos a nuestros trabajos, por elegir algún espacio y seamos pocas las que nos visibilizamos o bien vivenciamos experiencialmente la vivencia sexoafectiva por fuera de la heterosexualidad. La existencia lesbiana, utilizando categorías propias de Adrienne Rich (3), queda reducida a un número porcentualmente menor, le podemos sumar la existencia homosexual y se le agrega un poroto y así usando todas aquellas etiquetas que clasifican, segregan y extrañan alienando devenires, podremos ser en un trabajo un ¿15%?, un ¿25%? en otros ámbitos.
Yo no me la creo, lo veo.
No es que esté intentando yo misma hacer una cacería de gente gay para agremiarme, aunque a veces peco de de ello. Sólo escuchando sus alocuciones públicas, se presentan hétero.
Yo no me la creo. ¿Son tantas?
No, sólo son tantas las que no se interrogan, las que no se les pasa por la cabeza, las que fueron programadas desde antes de nacer como mujeres y varones heterosexuales y sólo algunas las que encontramos, creamos o nos inventamos haces de luz hacia la fuga de la mentira. Existen las heterosexuales, claro. Hay, como decía al principio, diversidad sexual.
No soy quien la niega, soy quien no quiere comerse el verso de la minoría.
Ayer en una charla con una amiga, sin pensarlo demasiado me surgió en palabras: tal vez existen a nivel histórico, pero a nivel pulsional no somos minoría. Cualquiera con la mirada puesta en la grieta de las fugas, cualquiera que haya intentado transitar devenires en fuga ha creado en sí una sensibilidad y las ve, las registra. No estoy diciendo nada nuevo, sólo hablo del famoso “radar” que todas conocemos.
Para ir cerrando, se me hizo más largo de lo que esperaba, considero que en este día mundial de la diversidad sexual las que vamos a festejar somos aquellas que conocemos lo que pasó en los “disturbios” de Stonewell, sin embargo sepamos que embanderamos una causa que por su nombre nos nombra como totalidad humana, no como sector.
Lo sé, vivo en un momento histórico determinado y somos la imagen de ese recorte sectorial. Somos miradas como “diversas” por nuestras prácticas, como distintas a lo esperable.
Qué suerte! Qué felicidad! Festejemos!
1. Sí, escribo utilizando el femenino como genérico. No soy muy original.
2. Lo real, lo imaginario, lo ficcional, son categorías en sí complejas y no es el momento para diseccionarlas, permítanme algunas licencias.
3. Adrienne Rich. La heterosexualidad obligatoria y la existencia lesbiana.
Acostumbrate
a tu cuerpo
acostumbrate
a ser mujer.
No te entistezcas,
esto siempre fue así.
Tu cuerpo agujereado por demás,
el sistema...
Acostumbate!
Así vas a estar tranquila,
así
no das tanto miedo.
Bancatela,
no es para tanto.
Mirá al lado
están peor.
Relajá!
Agradecé!
Sacate la nube de encima
no hay nada que hacer, nada va a cambiar
ni tu cuerpo
ni el sistema
vos no lo vas a hacer
Pero descansá mujer!
Disfrutá un día,
respirá la mierda y pensala jazmines
yo ya los huelo.
Dale, acostumbrate
dejá de gritar,
dejá de alejarte,
dejá de pensar.
Acostumbrate,
total
ya estás muerta.

domingo

Y si no entienden el por qué de vos y yo
que se interroguen ellos
vos y yo
sabemos
o por lo menos yo lo se
y vos, no se, ni me importa acaso
siempre volvemos
vos
y
yo
volvemos a mirarnos a los ojos
y a estar
entre
nosotras

miércoles

Recuérdenme que soy linda,
recuérdenme que soy inteligente.
Recuérdenme que soy interesante,
Que soy graciosa, amiga, mujer.
Porque en ocasiones le creo al espejo, a veces me aturden los insensatos.
Por momentos, me aburro de mis pensamientos pesimistas,
tardes enteras pienso que no hay nada de qué reír ni sé cómo ironizar la satírica realidad.
Con personas indeseables me agota describir la trascendencia de mi red de amistades

Y por último, recuérdenme lo valioso de este cuerpo, este deseo y este andar, éste género elegido, esta masa de injustificables desprecios y esta belleza enorme al sentirme yo. 
Prefiero parecer tonta, que pienses que no las noto
Y no marcarte tus inconsistencias
así como vos disfrutas refregándome mis incongruencias con tus postulados cual si fueran errores.
Prefiero parecer tonta antes que pelear con miedosas
Claramente, no tengo la labia muy entrenada pero con medio silencio
te puedo hacer temblar
Sabes qué?
A mí, sí sos perra no me ladres, mordeme directamente porque no escarmiento
Mucho menos me olvido las confesiones desconfiguradas
Pero relajá, nada tuyo usaré en favor mío porque de nada tengo que defenderme
Soy eso, una flor de forra
Infumable, intratable e incogible

Pero a vos, te doy mucho miedo. 

martes

Una siesta abrazadas

Dónde está mi despertar cuando no recibe tu saludo 
por esos momentos de tanta lejanía nos cruzamos en un espacio sin presente
ahi estabas, postulandote con mis frases
tan desconocida para mi
bella
secuelas del mal amor nos hirieron y ahora ninguna puede verse sin corazas
ya no existe nada del amor con que nos hablamos
ese miedo que con el que me dijiste tantas cosas sin palabras
esa mirada enjugada de lágrimas que no podían mentirme
ese abrazo que me hizo temblar a mí también con el miedo que me esconde
no supe frenar, no se si aprendí
a veces quisiera, sólo para volver 
no herirte como hicieron otras
ya se, me dirás seguramente que no tengo ese poder
que a vos no te hieren estas cosas
que quién me creo 
qué poder me atribuí
lo sé, tus palabras no me son ajenas
también intentaron herirme
lamentablemente sólo te extraño
no se si a vos, a tu sonrisa, a tu mirada, a tus partes inconclusas
a tu enojo
al mío tan a gusto con vos 
lo se, no hay forma
y si la hubiera estamos demasiado cansadas
demasiado viejas
demasiado heridas
como para surcar una huella dónde se haga posible
que esas confesiones no sean el preludio de un desaire
tal vez, me quedé con ganas de una siesta abrazadas
eso sí, ese fue mi mayor fracaso
no  haberte podido pedir, una siesta abrazadas. 

viernes

Inteligentudas se encontraron
Una se sabe inteligente y se teme inteligentuda, por eso trata de evitarse en esos recodos del temor disfrazado de relajadísmo cuasi interesante. 
Claro, las que sólo se creen inteligentes pero no lo son, no le temen a su inteligentudez generalmente son calmas y pocas veces se ponen en juego. 
Son desagradables. 
Las inteligentudas son rabiosas y todo el tiempo están en juego, se les salta la mecha y empiezan a tropezarse con sus propias palabras, esos conceptos a los que se aferran porque sin ellos, se muestran permeables.
Me gusta ser permeable, aprender, abismarme.
Me gusta mostrarme así, pero en ocasiones una cucaracha caminando por mi codo me recuerda que no soy solo una, ni la otra, ni mucho menos que ninguna, ni mucho más que alguna.
Soy de barro, animal.
La lógica se me diluye entre las manos cuando alguna voz aplica sobre mis palabras esa dosis de dulzura que tanto me cuesta recibir.
Es ahí donde me enmascaro, dónde la licenciadita inteligentuda me esconde, me tapa, me aísla y me deja sola en una calle,
masticándome.

jueves

Existe la belleza
Y tu sonrisa
Hay gente interesante
Y existe tu misterio
Existe la alegría
Y tu música
Hay miradas
Y tu mirarme
Hay momentos incorrectos
Y mis embates cuando apareces
Existen los nervios
Y mi endiablada calma al abrazarte en un tango
Existen las canciones
Y la borrascosa tormenta
Exisitís sin mi y yo sin vos
Pero sabemos de la existencia del otro
Por las dudas
Por las certezas
Por los candombes
y las rarezas


viernes

...después de pasearte por mis ojos, viniste a tomar mi mano 
sin que medien las palabras, sobraban
como así las personas, las historias y los miedos
Así de simple, tomaste mi mano
caminamos 4 pasos entre la gente y luego nos perdimos 
la música nos encandiló y ya no fuimos sólo mano con mano, 
éramos cuerpo, miradas y palabras
malditas palabras que no hacen más que alejarme
maldito cuerpo que no deja de enchastrarse
tremendas miradas que se marchitan al intentar
que me convierta en voyeurista de vos
pero no, no soy tu espectadora
no quiero tampoco ser tu espectáculo
soy solo una andariega, que un día
tomaste de la mano...
Debería haber capturado el momento,
Mis pupilas no son fieles y tergiversan tus facciones
Debería detenerte en esos momentos
¿Qué me importa?
Sólo decirte:
¡Quedate ahí que mis infames ojos no podrán recordarte si no!
Pero…de qué me sirve una foto si no tiene tus silencios, tus pausas.
De qué me sirve si sólo tu agrietada voz expulsa de tus memorias esos detalles que recordas sin sentido sobre mí, sobre mi desbocada tormenta de palabras.
Ay…si tan sólo existieras como existen esos momentos!
Seguramente ya no serías tan musa, tan extraño
Tan “yo” a la distancia
Debería haber capturado el momento….

Evidentemente, por suerte, no lo hice
Pocas cosas son más insomnes que una duda
Tal vez la bronca, ni sé si la ansiedad acaso.
Seguro no lo es la angustia que diezma ojos y respiros.
No, claramente la angustia no.
La duda, es la nociva duda la que me mantiene despierta

La duda, maldita piedra hecha polvo que se aspira en casa respiro alejando al sueño, maltratándolo
Con sorna me mira y pregunta,
No tengo respuestas, la cama no ayuda y la puta duda me mantiene despierta


domingo

Si fuéramos sólo un segundo, efímero, vertiginoso, voraz 
elegiría presenciar ese momento cuando comienza tu sonrisa
si tan sólo fuéramos versos, preferiría morir en un punto final hecho de tinta con lapicera de pluma
si en en vez de ello, fuéramos mirada, sin dudarlo quisiera verte surgir entre la multitud con nitidez
si lo que somos es simplemente lucha, quisiera ser tu grito 
si somos sólo cuando aparece la calma, prefiero que no me elijas porque no me reconocerás en más de la mitad de los momentos
en cambio, si somos imaginación quiero ser aquella que plantea Marx, la que es acto radical.
si somos realidad, quisiera que me beses con fantasías, sin fantasmas.
si somos agua, quisiera ser la del mar y llenarte de emociones cuando te detengas entre paréntesis a contemplarme
En la escuela de los árboles morados, una puerta abierta se movía. 
Saltos y abrazos entre miradas que se escondían. 
Maestras de las buenas y aquellas que no creerías
Prendidas de sus celulares están las que no respetarías. 

Los niños que no quieren, quedan solos en su osadía
Qué será de sus quejas cuando su ausencia las bendiga. 
Tristes callos en sus dedos, crecerán por cobardía
Qué docente es aquella que no mira sino discrimina

Mirarlos en sus destellos, niños ricos de picardía
Mirarlos en sus reclamos, niño pobres de compañía.
Acompañarlos es difícil, mas mis ganas que lo ansían
Vienen a interpelarme en sus deseos de cofradía.

Quien soy yo para abrazarlos, en un presente de pocos días
Quien soy yo para ayudarlos, si mi ayuda no alcanzaría
Hay días en que se alejan, gritando y reprochando,
Tal vez ésta pueda ser su plegaria si es que puedo interpretarlos:

“No me miren en mis violencias, mírenme en mis reclamos!
Soy un niño vulnerado, precoz mi vida me ha enseñado
Que si no peleo con los puños nadie nunca me ha mirado
Precoz mi vida me ha enseñado que si no puedo, no me han respetado
Tal vez mis sueños no los vea porque reconocerlos ya me hace daño
Tal vez mi vida sea buena y me acomode con los años
Pero temo, ya lo saben
Aunque nunca he de admitirlo
Temo por mí, por mis hermanos y por mi suelo embarrado
Temo por mis ojos que no entienden el descaro
de esas maestras que me niegan
el lugar de educando.
Ya aprendí lo que se espera que de mí haga entre tanto
Muecas, burlas y patadas he tendido a mi amparo
Ya lo se, nadie espera
que de mi salga un abrazo.”
Otra vez, huyo.
No hay forma de nivelar la intensidad en mi.
Vértigo.
Me encuentro quieta frente al mar y las ideas de mi cabeza se mueven más que las olas en agosto.
Quisiera querer detenerlas, por momentos me dan pavura.
Al asecho de mí, recreo parejas pasadas y no paro hasta encontrar el paralelo.
Que fácil resultó esta empresa.
Se cayó el velo en tres frases.
Ahí estas ego maldito,
te imponés subrepticiamente y te abrazo para enojarme.

Noche frente al mar

La luz chocaba de frente, plateando su ennochecido mar.
Líneas blancas de espuma fría que simulaban libertad.
Cinco cuerpos escuchando suplicios en silencio
¿Dónde ser?
¿Cuándo la vida se volvió una imparable cadena de permisos?
Sobran edades en algunos, falta cuerpo en otros, hieren pasados en cada uno.
Al día siguiente hay que enfrentarse con el límite corrido y el peso del permiso se suma a la espalda componiendo un retrato fauvista.
¿Exagerado, innecesario?
Clara la negativa como respuesta.
Se necesita mucho tóxico cuando la desnudez del alma camina a diario, cuando el reflejo de los ojos entiende demasiado.

sábado

...te imagino preso en una rutina 
mientras tu cabeza, llena de pensamientos subalternos, desordenados,
va dando tumbos entre las paredes del cráneo, saltando, lastimándote
y vos, ahí, mas temeroso que temerario, intentas aplacarlas
pero aparecen fugas, pequeños momentos donde se expresan y el cansancio que ya estaba por implosionar baja su intensidad.
y así te salvas, no sirve...

miércoles

Tan presente que duele"

"El martes me mira con sorna No existe domingo si no espero verte mirando el resumen de los goles, si no comentamos las horas de noticias seguidas. Si no discuto con vos, entre helado y besos maltrechos, un discurso vacío. El martes me mira con sorna, está pasando este lunes después de las elecciones, una más sin la adrenalina de estar a tu lado.

sábado

Reacia

Estará en soledad cuando el oscuro miedo le cubra los tobillos aquietando su andar.
Legado de una lucha agotadora.  
Aún escucho su sollozo preguntándose las razones de su reacio accionar.  

Para qué le ha servido ser orgullo, ser pasión, ser necedad y soberbia. Para qué ser honestidad y despojo, para qué ser emprendimiento y huella. 

El descorazonado momento del adiós

La distancia...desconocerse con quien al mirarse eran palabra transparente. 
Hitos en la vida demuestran que ya no estas y nada podrá hacerse con ello. 
Terminamos siendo papeles y firmas. Miradas en busca de una razón para el descorazonado momento del adiós.

martes

Simples sonrisas

Tenes los dientes desparejos y la voz andariega.
Timidez ante mi desafuero
Con una sonrisa niña, de esas que me encandilan, detenés mi inquietud en una mirada profunda y curiosa.
Se avivan mis deseos de respirar en tus pestañas, sentir que cambia tu sigilo con mi proximidad.

Tengo ganas de escucharte debajo de la vidriera, entre tibiezas de mate o entre copas caídas invitadas a las risas. 

lunes

Nadie nunca nada

Nunca nadie tendrá tu mirada, es sólo tuya. 
Esa sonrisa sólo se soporta en las angulosidades de tu cara.
El barrio sólo sera tu barrio, la vereda sólo así la caminas vos.
Nunca nadie me mirará tan profundo como para herirme, no dejare ya que lo hagan.
Nadie me desconocerá tanto como vos me conoces, ni me estimará como vos. 
A nadie podre admirar tanto como para exigirle así.
Solo tu cuerpo me ha generado estas huellas, estos desconciertos.
Nadie creará en mí conciencias como las que creaste, nadie vigilará tus traspiés como yo lo hice.
Nadie tendrá la presencia que tenes ni generará esa sonrisa que aparece cuando te veo.
A nadie necesito tanto alejar como a vos, nadie ya me aleja tanto de mi.
Nadie tendrá tu nombre ni dirá el mío en ese tono.
Ya nadie compartirá conmigo las historias, nadie les podrá nunca poner Güemes y Tania a sus perros, ni nadie me obligará a abandonarlos.
Quién tendrá ese olor? Nadie.
Nadie podrá cautivarme como vos lo hiciste.
De nadie necesitaré librarme, a nadie temeré acercarme, respirar...

miércoles

Los No-Solos

Podría decir que casi todo está pensado, hecho y comercializado para los no-solos. Que son no-solos porque en su diversidad los reúne esa simple característica que los aleja de la temida y deseada, sorda y callada soledad. Cuántas cosas no me permito hacer por esta amiga fiel que hace un par de rutas me acompaña. En la ciudad perdura la imaginación que me esconde. Pienso que puedo algunas verdades enmascarar, es la ciudad que permite estar sin ser. Paso sola porque voy a un lugar destinado a la reunión, Almuerzo sola porque intercalo entre juego y deber mis tiempos de necesidad. Pero sobre todo, camino sola porque elijo ese momento con mi amiga soledad.

Sin embargo, hoy me quedo con hambre y no es porque me esté impedido llenar mi cuerpo de porquerías sino porque aunque quiero disfrutar de un rico y placentero momento me quedo con la marca de no pertenecer al grupo de los no-solos y el que no pertenece, como ya sabemos, lleva consigo la marca que lo nombra. La mirada ajena me enmarca en un sitio donde no es posible respirar. Muchas veces he cenado sola en público pero hoy, en este lugar, no puedo. Por qué será que cuando más conozco el espacio menos puedo soportar la marca. Estoy sola y no logro sentarme en una mesa y pedir algo para comer. El lugar de los no-solos me ha limitado las ganas.

Te agradezco por musa

Me debes un regalo para mi pared
Me debes una ilusión pasada renovada en su ambición 
por temor a no cumplir con anhelos que ya no me eran propios. 
Te debo amor, ese que se da sin condiciones. 
Te debo tantas cosas.
Te debo ese sueño. 
Me debes caricias al alma, cuidados, más allá de la pareja
Más acá de las personas. 
Me debes libertad y amor sin posesión. 
Te debo protagonismo en mi vida diezmada por otro.
Te regalo tu creencia de que te amaba, a vos te sirve.
Te regalo esa mirada que tanto te gustaba, la mirada sólo le pertenece a quien la mira.
Entonces ya era sólo tuya.
Te agradezco el entrevero corporal de nuestras noches, lo disfruté.
Aunque no te extraño, te agradezco por musa

Corrí

Corrí, me escapé de tu mundo.
Sin embargo, dicen que “el infierno es encantador” y nunca uno lo deja totalmente.
Carga con esa mezcla de placer y muerte hasta el fin de los días.
Cursilerías, siempre pensé que eran simples palabras rimbombantes que provocan miedos para no entrar en el juego, en un principio.
Para que evites salir, después.
Pero de esas adicciones no se sale, de ninguna, no?
Estoy tan abrumada por tu maldito e incomparable nombre.
Podrías llamarte simple, pero no.
Eso ni tu nombre lo permite.
He decido a encolumnarme y execrarte.
Nunca volveré, pero suena el teléfono y me tiembla el corazón.
Ese que creía simple órgano sobreestimado, no.

El corazón, conecta mirada y memoria al ver tu nombre en el teléfono y tiembla. 

Un adoquín en el cuerpo

Brota la sal en los ojos.
Se siente espeso el aire en la garganta cuando no hay palabras que encuentren oídos que las reciban.
El sólido silencio cobra deudas cerrando puertas.
Un adoquín en el cuerpo recuerda la falla, la incompletud.
Un festín para el psicoanálisis mi cuerpo.
Soy el ejemplo de la ansiedad que trae como consecuencia lo incompleto. Mi madre no sostuvo en su cuerpo por el tiempo necesario mi cuerpo, o yo me impuse pequeña por independizarme de él sin tener en cuenta las consecuencias.
No lo sé, ambas cosas seguramente.
Al nacer mi cuerpo no terminó de cerrarse, pero nadie lo noto.
La fuerza de la pequeña opacaba hasta a los médicos, por tan poca gestación era enorme pero no lo parecía.
Por mi peso era mínima pero no lo parecía.
Luego la vida siguió.
No quise la teta, la leche nunca me gusto.
La dependencia al cuerpo del otro como alimento físico y emocional no era lo mío.
¿Ni teta ni leche? Psicoanálisis festejando.
El cuerpo oculto tras la pizpireta y berrinchosa niña a veces hablaba, zapatillas ortopédicas a los 5, disfunción cardiaca a los 6, anteojos a los 9, plantillas a los 12.
Pero nada detenía el malón de auto y hétero exigencias.
¿Auto y hetero? El psicoanálisis saborea.
A los 14 empieza a caerse la casa, desde el exterior rompen los vidrios de las ventanas, golpean las puertas.
La bailarina no podía caminar, llora su maestra de danza.
-        "No se ven bailarinas como vos todos los días, bailas con la mirada, atrapas" y la contenia.
Médicos.
Médicos traumatólogos y kinesiólogos, deportólogos, cirujanos, chinos, cremas, infiltraciones, operaciones, psiquiatras. Eran como para juntar cial piezas d domino, ponerlos en filita y hacerlos caer, así hubieran servido de algo.
Después de 5 años encontré la causa. El nacimiento anticipado hizo que no se terminara de formar la cadera y mi amor por la danza hizo que mi cuerpo fuerte lo ocultara hasta la adolescencia.
No sería el único despertar de mi cuerpo acallado.
A los 26, empezó a cantar el corazón en alemán. Nunca quise aprender idiomas y el guacho canta en alemán.
¡No lo escucho, que se calle!
¡Que aprenda mi idioma!
Cantaba cada vez más fuerte y un día me gritó.
-        Escuchame idiota, estoy herido.
-        No, estas herido simbólicamente no seas histérico y callate.
-        Estoy herido por tu impaciencia y si, en lo emocional no me ayudaste nada pero bastante te soporte. Ahora dame bola.
-        No! Callate, ahora necesito que te calles.
-        Ok, te espero pero voy a seguir cantando bajito para que no te olvides de mí. Mira q necesito que me cuides, no me ignores.
-        Siempre te ignoré y seguís funcionando, no me amenaces.

Un mes de frío canto fortísimo y otra vez los médicos, los diagnósticos contradictorios, las decisiones, los frenos. ¿Intervención? ¿Operación? ¿Camilla? ¿Terapia? ¿Silla de ruedas?

Yo me voy de acá, ya lo lograste corazón agujereado sos la canción de chiquititas y te manosearon con varios estímulos. Despierta relataba tus sensaciones, ese día si hablaste en mi idioma pequeñín

Silencio

Ese frío que recorre el cuerpo al despertar.
El que no se aplaca con un mate caliente, porque mientras lo preparas se vuelve firme. Está ahí, luego se esconde.
Al despertar siguiente, despierta contigo.
Ese frío recorre la realidad, la soleada soledad queda al descubierto como comedia siniestra. 
Aquí  se enfrenta a un silencio mortífero.
Nadie a quien saludar siquiera.
Varias horas pasan desde que el pie izquierdo tocó el suelo, aún la garganta no ha emitido nada. Sólo ingirió: dentífrico, agua, infusiones, humo, saliva.

 Soledad.   

Si mordés la débil fugacidad de tu miedo con mi presencia

Cambiar, qué?
Si soy aquello que deseé.
Si el sol despierta por mis ganas, si mordés la débil fugacidad de tu miedo con mi presencia.
¿Tanto puedo provocar?
Provocarte.
Locura, eso es lo que le atribuis a mi estado.
Creo que más loco es vivir entre nubes espesas por permanecer en un vínculo sin preguntas.
“Ella se queda, a mi lado, callada, mientras estoy absorto. Vos no lo soportarías”
No.
Yo te preguntaría, me interesaría, compartiría.
Pero no hay qué compartir si se te amontonan de forma inenarrable los miedos con la simple posibilidad de verme,
al sentir mi mirada que no se calma con una respuesta esquiva.
Repruebo toda huida, sé que ese deseo te corroe.
Sé que no podés hacerme frente, lo que no comprendo es la causa.
¿Por ser bella en mi belleza no convencional?
¿Por ser analítica en aquello que pregunta lo que no te querés responder?
Aquí, hoy y nada más que hoy te daría una tregua, podría a ser sólo mirada perdida en el mar
Silencio.
Pero no estás.

No comprendo, pero no estás. 

Llueve?

Llueve, esta vez no está dentro mío solamente.
El afuera refleja el sentimiento interior.
Refresca el gris con el agua de a gotas.
El viento enfurecido recuerda los aires de valentía que pueblan los días en  que no hay más remedio que avanzar.

Estoy adentro, por qué no salgo a unir mi temperamento con la lluvia?

Al menos para escuchar mi voz

No te espero, pero de alguna casual manera arreglo mi cabello.
Tengo un optimismo moribundo que alimento en soledad
Qué grande es esta palabra: soledad.
Hasta su sonoridad le pesa, ¿tanto puede pesar una desinencia?.
No te espero, pero de todos modos estoy despierta. No concibo el descanso como opción.
Nauseabunda declinación de sabores que desestimo.
¿Qué es una oportunidad para quien no la espera, no la desea, no la percibe?
La nada, ni un suspiro, siquiera un escalofrío. Nada.
Y yo que no te espero, pienso tanto en vos que te invento.
No quiero  que vengas, tan sólo deseo la posibilidad de escuchar mi voz hablando con otro que no conoce más que al personaje, ese que también soy.
No sos vos, es mi voz a la que espero.
Tal vez sea eso la soledad, el sentir al impaciente deseo de uno mismo siendo para otro porque el “conmigo” aturde.
Son demasiados caminos en la perplejidad de la urgencia que se detiene con el emergente contexto incontenible, inconcebible.
Tan sola, aun acompañada. Soy sólo mi voz hoy, esa que no escucho.
Concentro mis fuerzas en ella.
Es verdad.

Por eso te elijo aunque no te espero. Porque no me  importa la compañía de tu ser solo me interesa tu mirada profunda y gris que renueva mi voz atontándote en historias que te atraen al escuchar.


Casi sin prevenirlo, reapareciste en los días que me restan.
Con la fuerza del que calla, la potencia del silenciado, como un espasmo que de pronto se presenta, cínico.
Tu recuerdo se reactualiza, siendo ya no pasado sino temor.
Modos de enfrentarme al diario con la pesada forma del dolor, sin cesar.
Licencias que no quiero tomarme, pastillas que me atontan.
Más de lo usual.
Incluso conociéndote me sorprendo.
Absurda huella renga.
La espalda se llena de aire, el piso me desconoce sin el mismo peso al tambalear  ya no me recordaba tan lenta.
Reposo, descanso impuesto por este maldito dictador que me detiene viejamente.
No es nuevo, no es más que el mayor miedo que me golpea la puerta.
Tengo que asumir que en parte te extrañaba, ellos también lo hacían.
Me vuelvo niña, demanda.
Me vuelvo tensa, triste.
Incertidumbre.
Los deseos se pierden sin consuelo por estas calles de la espera.
A quién, para qué, con qué fines…

Ya no.

Adición y adicción

Cuando el alma decide esconderse, no hay manera de encontrarse.
Por el mismo hecho del amor, que no avisa ni suspira aires que no le pertenecen.
Ya la luna me ha enseñado que al llenarse me invade la electricidad, el pensar desordenado.
El penar entre preguntas.
Se escabulle la respuesta ante mi deseo de partir.
Ya lo sé, no debo.
Este corazón que no me escucha y lucha incesante con peleas ya perdidas.
Estas ganas de correr en dirección contraria al dolor y estas canas que no aprenden a leer las experiencias.
Otra vez, estoy en la misma piedra. Con el mismo dolor cervical.
En la misma posición expectante.
Una más, me expongo.
Entrego sin pensar consecuencias porque sería hipócrita conmigo misma.
Despojo, ya he escrito esta palabra.
Te miro, te entiendo pero ya no debo acompañarte. Lo se, no debo. Aunque mi piel reclama tu caricia.
Mis huecos tu presencia.
Ya no debo, por amor. A mí.
Ya no debo, si es que te amo, si es que sé lo que eso significa. Ya no debo.
Me entrego a beber sin freno. Allí te entiendo, en el mismo hedor de tu ausencia, en el mismo hedor de tu adicción.
Allí, donde yo también me adiciono a eso, donde yo también peco de cobardía y me conocen los miedos, compromisos caducos, inconclusos, dónde me conoce la imposibilidad.
En ese lugar te espero siempre, para convocarte en una inocente mirada en la que sólo vos y yo sepamos que el “nosotros” es más que vos y yo.

Las historias no terminan

Las historias no terminan, se superponen y en el mejor de los casos se suceden unas a otras.
Esta historia quisiera un final. Pues no lo tiene.
Papeles, firmas, desprendimientos. Despedidas, enojos, alejamientos que ignoran.
Intentos de captar el temblor de un amor, el abrazo que enérgicamente fortalece.
¿Cómo deshacerse de aquellos momentos?
No me resigno a pensar que las historias terminan.
Cambian.
Las personas si, nosotros terminamos de ser unos, pasamos a ser otros.
Desconocidos.
Es un trueque interno, un mal menor, un crecimiento desesperado, un desengaño, una apuesta. Un avance, una perfecta reflexión en el mejor de los casos
En algunos momentos la disipación nos ata a los recuerdos porque ya no hay hoy y el presente no acepta resignado al pasado sumergiéndose en recuerdos que pierden nitidez.
No, las historias evidentemente no terminan.
Veo, escucho y siento cómo se las nombra y reactualizan el sentido.
La memoria se disfraza y uno recuerda sólo lo que en el momento necesita, será tal vez lo bueno, será parte de lo malo, simplemente ese momento que te decidió.
Tanto cuesta pensar en finales que ni uno para este escrito me sale.
Sin tapujos me dispongo a encausar modos ensayando un preludio de palabras que te olvidan.

Es la forma que tengo de cerrarte la puerta, historia infinita que sólo presenciará días como anécdota en el mareo cotidiano del mar que me puebla las palabras.  

Lábil como arena

El momento que divide el desconcierto de la certeza inestable, esa que empuja a seguir adelante, es tan efímero.
Tanto ésta noche de otoño que pareciera irreal. Sin embargo, sucede.
Lo siento.
Tan dura la caída que al acomodarse dos ideas las demás tejen rápidamente redes hacia la salida.
¿ya te olvidé? No.
Te recuerdo en lo bello y en esas incoherencias mutuas. Los disfraces y el mambo grosero al que intenté con todas mis fuerzas parecer crédula.
Y lo creíste, me creíste.
La verdad, al mirar de ojos nuevos pude engañar pero los que conocen mis modos no sucumbieron ni un instante. Las mismas mañas, decían. Las mismas mentiras.
Una semana colibrí, nada más.
Una semana y así fue.
Una semana para darme cuenta que eras el velador de la mesita de luz, la foto para la familia.
Fue un traspié. Esos que suelo tener cuando muestro sólo la mugre de mí. Cuando me expongo y te pongo como objeto.
Perdón.
Porque no fui sincera. No fue con vos.
Me animo a decir que después de aquella oscuridad que me impusiste al insultar mi luz nunca más volví a vos.
Aquella semana de ansiedad era conmigo, por mentirme nuevamente.
Por sujetarme a un estereotipo del que ninguno goza al participar.
No obstante una foto se me viene a la retina: dos cepillos de dientes entrelazados emulando una pareja.

Sólo fuimos arena y aunque amo la arena que me seduce hasta encapricharme es tan lábil como el “nosotros” que claramente nunca existió. 

Presencia del dolor


Te reconozco, familiar. Vuelvo a introducirte en mi cabeza, vuelvo a conocerte. Re-conocerte.
Tengo la impresión de que necesito sentirte para saber que no puedo.
Instaurar la falta, diría mi Freud.
No simbolices literalmente, mi Lacán.
Quien dice lo que pienso?
Nadie, ni yo
Desconocida entera
Fragmentos de mí que se repelen imantados, pero como los imanes cuando los pones al revés.
Así el cuerpo se descompone.
Mis imanes se pelearon y la piel no aguanta su fuerza de separación.
Escaras
Droga
Vivir en el aire mareada sobre algodones y entre algodones, eso me propone esta droga.
Los ojos están pesados, pero la pupila se dilata. La luz me molesta.
No paro de mecerme, pienso que es una conducta estereotipada que vuelve el caos en previsible, así hacen los que padecen el caos en extremo.
A los que acompaño

A los que admiro tal vez…

domingo

Seremos viejos en cuerpos que adolecen
En ropas que guardan formas de rebeldía dentro de humanidades que nos imponen otras modas
Seremos viejos en el mismo infierno de una edad que nos sobra con experiencias nombrantes
Seremos juventud perdida en el medio de un grito
Haremos equilibrio en la cornisa temiendo y ansiando caer

No ama las respuestas

Un hombre solo, con su cuadro fresco. 
Le puso rayas densas, sobresalen del lienzo los cúmulos de óleo. 
En el pincel armó los colores, dando matices. Mezcló blancos y negros con tonos de oscuridad. 
Se ve un punzante horizonte haciéndole preguntas a quien osa ponerse enfrente. 
¿dónde llega? ¿cuál es el destino del andar? ¿qué quiso expresar el pintor?
Eso queda por parte del público, esperando r
expuestas que sinceramente sólo existen en su interior.
Y el pintor hizo hasta los pliegues de la tela con profundidades pinceladas.
Está parado, casi tan cerca que si se balancea levemente lo toca.
Huele el aceite de las pinceladas, le demuestran que aunque no pueda recordarlo él puso esas líneas allí.
A él sí que le tienen respuestas, pero no sabe descifrarlas.
Él las generó para que le enseñen algo de sí mismo.
Está tan enmarañada su cabeza, que ni se reconoce en ese cuadro.
Qué es?
Un paisaje, un conjunto de colores surreales, conceptos.
No lo sabe.
Abstracción, responde a los que hostigan su momento de amnesia con preguntas.
Absorto queda prendado de la imagen que no entiende.
Tampoco a sí mismo
No quiere ver más ese cuadro, que se lo lleven.
Lastimado antes de pintarlo, tomado por la locura mientas pintaba, ajeno viendo la obra.
¡Que se lo lleven! Le hace daño.
Simula disfrutar de una venta, sabe que esas respuestas no podrá obtenerlas sin detenerse frente a su obra querellante.
Ya no la ve, ya no lo lastima.
Se llevaron una parte de su quebrantado cuerpo
Y ahora se pregunta
¿Cuántas obras concebiré antes de partir?

viernes

La naturaleza del volcán

Ganas de vivir, dónde se me escondieron? 
Dando vueltas profundizo el espiral de sensaciones altruistas que me alientan a quedar en una zona vacía donde ser para otros. 
Por qué regalo mis colores?
Qué me atrapa al gris? 
Legado de vidas que me he impuesto
Sequía que se entromete.
Ya no advierto futuros
El relieve de mi imagen no logra revocarse, veinte albañiles picando obstruyen las salidas pero no llegan a deshacer la corteza.
Es no que entienden! no se rompe a los golpes la cáscara!
Lo dije demasiadas veces…
Pero no se hablar, a ver si así lo entienden 
¡la autodestrucción copia a la naturaleza del volcán!
Adentro la lava hierve, descompone, confunde. 
Corroe.
Abonaré la tierra siendo gris. 
Cuando fui génesis de naranjas iluminados que se mezclan con rojos y detalles amarillos que otorgaban más luz, todos hoy convertidos en pardo humo.
Ceniza de mí la que verán.
Ausente de color ya no quedan ni pocas vidas
Y el valor de vivirlas, quién me lo regala?
Ya en mi lava se ha perdido no puedo encontrarlo. 
Qué sonrisa me devolverá a la vida?
Que mirada me reflejará viva en este dibujo que solo veo daltónica y porfiada