lunes

Detenida

Enredaderas que invaden el cuerpo con sabia agria y espinosas flores.
Las espinas tienen por función proteger su delicado interior.
Frágil, vulnerable.
Huesos, piel, carne y sangre, todos tomados por auqella sensación que la perturba.
Ya no baila.
Las enredaderas la aquietan.
El veneno que la recorre ha teñido su luz.
Envidia a los que bailan.
Su danza errada es evidencia del temor que la detiene.
Ya no baila, pero desea volver a sentir esa electricidad de la que habla Billy.
Es cuestión de volver a sambullirse, es necesario para sus pies.
Es deseo para su alma, alimento preciso para la mente.
Ya no baila, pero lo hará.

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