lunes

Energía

Energía,
tantas veces vino a mi su imágen, sus palabras.
El llanto y por supuesto esa necesidad de sentirse comprendida.
Ella decía y yo entendía. Me miraba y transpasaba los límites de las leyes de la física depositando en mí sus miedos y alegrías.
Pasó el tiempo y creo que necesité alejarme.
Aún no estaba preparada para hacerme cargo de lo que tenía en mí refugiado, aquello tan difícil de esconder con su cercanía.
Su energía volvió a materializarse,
escuché su voz y no pude contener en mi boca su nombre.
Lo grité delante de un público inapropiado.
Desubicada.
Pero ella respondió igual.
Gritó sonriente y los demás desaparecieron unos instantes.
Abrazos y miradas cómplices entre palabras claves.
Cómo será esta vez, no lo se.
Trataré de ir sorprendiéndome al andar.
Su energía sigue traspasándome.
Cinco años después.

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