Ser eso.
No esta convención aceptada por vos, por mí, por todos.
Con cuanta simpleza unas palabras enfiladas se disponen a reubicarme,
como parches filosos en mis neuronas violentas.
No se encienden mis entrañas. No se ilumina mi latir.
Simples conexiones queman.
Arden furiosas generando puentes y redes para entender, para crear un descanso en mi escalera hacia el ser.
Este pacto.
Creación histórica.
Sin desconocer tus envases los agrupo de otra forma.
Encastrarlos, superponerlos, llenar unos, vaciar otros, mezclar los que quedan.
Necesito el mar, casi como un grito.
Divagar en su sonido que me llena de detenciones.
Esas amigas de la reflexión, esos descansos en mi escalera.
Deseo el mar, para sumergirme en su aroma.
Arrullar mis anhelos en su movimiento constante, en su inmensidad acogedora.
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